Internet ¿Aprendizaje como negocio?

El objetivo fundamental de la creación de esta Red, fue con fines de investigación militar desde finales de los años sesenta por ARPANET del departamento de Defensa de los Estados Unidos de Norteamérica (USA, por sus siglas en inglés). Posteriormente, se fue expandiendo a nivel mundial con el fin de que cada país empezara a deambular por las novedades que esta tecnología ofrecía. Más tarde, se crearía lo que se llama Internet 2 para fines académicos y de investigación en las principales universidades y centros de investigación de prestigio del mundo. Desde los comienzos del siglo XXI, Internet, ha revolucionado significativamente en todos los ámbitos, ya sea positiva o negativamente, desde el punto de vista de cada cultura en este globo terráqueo llamado Tierra.

Es evidente que, países como Arabia Saudita, China, Emiratos Arabes Unidos, India, entre otros, se han sumado al control de su uso, debido a que la Red se ha “sobrepasado” los límites de lo que una “buena sociedad” acepta y tolera en sus usos y costumbres. Al contrario, países como Alemania, Finlandia, Holanda y muchos otros, se han manifestado abiertamente a utilizar y explotar este instrumento virtual no sólo para aprender sino también para intercambiar impresiones con otros seres humanos en distintas partes del planeta. Lo que, también, ha provocado que se utilice con fines económicos pero que, hoy en día, aún tiene sus limitantes debido a la inseguridad que existe en la compra, transferencia y/o venta de recursos por este medio.

Actualmente, el mundo se encuentra en una encrucijada de si creer o no a los “expertos” que se dedican a analizar, estudiar y/o criticar si el Internet es un motor idiotizante o de aprendizaje sustituyendo a los libros. No hay que olvidar que, actualmente, existen libros digitales (eBooks) que son económicos, dinámicos y que, en un sólo aparato, permite leer varios libros en distintos períodos de tiempo. Es evidente que el padre de las Redes, fue creado con fines estrictamente de investigación y que, gracias a su crecimiento, se ha creado para otros fines pero, en ningún momento, se ha intentado sustituir al tradicional libro de pasta que consiste de hojas de papel u otro material semejante. En concreto, Internet es un elemento más de aprendizaje autodidacta que intenta pasar por generaciones como la niñez, juventud, madurez y senectud.

Por lo que, la opinión de aquellos autores, como por ejemplo, Nicholas Carr que relata lo siguiente: “Internet cambia nuestra mente y nos hace más superficiales” es perfectamente válida pero, hay que tomar en cuenta que la educación de uno mismo parte del criterio que se quiera dar a lo que se desea aprender. Un ejemplo concreto es, si a un niño se le enseña lo que está escrito en Internet y no se le inculca la lectura por los libros, es evidente que siempre tendrá interés por lo que se plasma en esa tecnología y no aceptará otra fuente de conocimientos.  Los autores, siempre tendrán derecho a expresar lo que sea, al través de sus libros, con el fin de que se les comercialice. Aquí es, donde el mismo Carr comenta y cae en varias contradicciones en sus diversas opiniones: “Google se dedica literalmente a convertir nuestra distracción en dinero”, “Durante los últimos quinientos años el libro ha modelado nuestra forma de pensar de un modo más lineal, analítico, profundo y autónomo, ahora le ha llegado el turno al efecto Internet sobre nuestras mentes”, “homo sapiens al homo google”. Por lo que, surge la pregunta: ¿Acaso no se ha puesto a pensar el autor que, realiza exactamente lo mismo con la publicidad de su libro para que se le venda?

Internet, está lleno de opiniones más subjetivas que objetivas que, pueden o no ser válidas para el aprendizaje de uno mismo pero, tampoco se puede prohibir expresar lo que se piensa en este terreno. Es por eso que, se enfatizaba que el mundo actual se ha visto siempre en un dilema de si el Internet es o no un elemento importante para el aprendizaje. Claro está que, si retrocedemos a las tradicionales costumbres de enseñanza/aprendizaje, como el profesor enseñando a los alumnos en una aula tradicional; el aprendizaje es, ha sido y será más efectivo y progresivo que cualquier otro método de enseñanza/aprendizaje pero, si el Internet ha intentado (al través de otros seres humanos) pasar las fronteras de la enseñanza tradicional también se puede tomar como válido. Simplemente, es darle el contexto adecuado en forma y lugar para que dicha tecnología pueda aprovecharse de la mejor manera posible con los lineamientos adecuados para que tanto la enseñanza como el aprendizaje sean efectivos. Puesto que, no solamente se aprende virtualmente sino también buscando, leyendo, intercambiando opiniones, analizando contenidos, etc.

¿A qué viene todo este embrollo con respecto a que la educación se vea como negocio? Pues que, todo lo que se vive, hoy en día, es precisamente producto de nuestro interés por explotar económicamente todo lo que creamos. Es decir, verlo como un negocio y que, a la vez, la educación se comercialice cuando debería ser lo contrario y en su esencia original: Laica, libre y gratuita.