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Escalada

Twitter ayuda a coronar el Everest: el alpinista en la era digital

Escaladores y montañistas encuentran en la tecnología un potente aliado en materia de seguridad y comunicación y, gracias a ella, pueden superar barreras antes infranqueables

Mucho se ha escrito sobre la revolución tecnológica en el deporte: relojes y pulseras que miden nuestras pulsaciones y la distancia que recorremos, sensores y cámaras que analizan cuándo se produce fuera de juego en un partido de fútbol o nanotecnología de carbono para fabricar raquetas de tenis, palos de golf y bicicletas. Pero hay una práctica deportiva de la que se habla poco y en la que encontramos avances tan importantes como llamativos: la escalada.

La tecnología puede llegar a los rincones más recónditos de la tierra y Ferran Latorre pretende llevarla hasta el Himalaya. El alpinista catalán, que se encuentra actualmente en el campamento base y comenzará el ascenso al Everest en los próximos días, transportará consigo el rastreador Emotional Pulse, de la compañía Seidor. Este dispositivo, que estará conectado durante toda la expedición, monitorizará su localización y le ofrecerá en tiempo real información sobre el clima para que pueda decidir el mejor momento para abordar la cumbre. Hasta aquí, nada nuevo.

El valor diferencial de la iniciativa de Seidor es que su rastreador también captará el pulso cardiaco del montañista y el nivel de excitación de su sistema nervioso para determinar variables emocionales relacionadas con su estado de ánimo, que se ofrecerá en tiempo real en una página web. De esta forma, quienes quieran seguir su aventura podrán ver si está excitado, estresado o deprimido y enviarle mensajes a través de Twitter (que leerá en momentos concretos del día) para animarle sabiendo cómo se encuentra.

Captura de pantalla de la web de Ferran Latorre
Captura de pantalla de la web de Ferran Latorre

Latorre ha coronado ya 13 de los 14 ochomiles (montañas de más de 8.000 metros) que hay en el mundo. Si consigue alcanzar la cima del Everest, se convertiría en el decimoctavo alpinista en la historia en escalar los 14 sin ayuda de oxígeno artificial.

El escalador Hugh Herr fue una de las mayores promesas de la escalada en EE UU. A los 18 años, sufrió un accidente en la montaña y se le congelaron ambas piernas, por lo que tuvieron que amputárselas. Su pasión por este deporte le llevó a desarrollar prótesis que le permitieran volver a la montaña, y en eso ha estado trabajando desde entonces. “La biónica ha definido mi físico”, reconocía en una charla TED en 2014. “Cuando me amputaron las piernas me di cuenta de que el ser humano no puede descomponerse, pero sí la tecnología. Por eso empecé este proyecto”.

Hugh Herr escalando con sus prótesis
Hugh Herr escalando con sus prótesis

Ahora tiene 53 años y es director del grupo de Biomecatrónica en el Media Lab del MIT. La misión de su departamento es desarrollar la ciencia fundamental y la capacidad tecnológica que permita la reparación regenerativa de los seres humanos con discapacidades cerebrales o corporales. Su equipo produce prótesis mecánicas que prometen ser tan eficientes como las piernas. Herr sigue escalando. El año pasado recibió el premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica como reconocimiento a su trabajo.

“La tecnología me ha permitido ponerme pies estrechos como cuñas para subir entre las fisuras de una roca escarpada donde un pie humano no puede entrar y cambiarlos por pies puntiagudos para subir muros de hielo vertical sin experimentar fatiga muscular en la pierna”, explica orgulloso. “A través de la innovación regresé a mi deporte más fuerte y mejor”.

El tiempo de respuesta de los servicios de emergencia puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte para un aventurero. Por este motivo, un aumento en su precisión al situar a una persona que necesita ayuda supone una ventaja considerable para el rescate de montaña. Con este propósito, nació hace cinco años Alpify, una startup andorrana que ha desarrollado una aplicación móvil que conecta con el servicio de emergencia del lugar en el que te encuentres.

Vídeo promocional de Alpify

Su tecnología dista de ser novedosa: su interfaz se compone casi exclusivamente de un botón rojo que, si lo pulsas, envía una señal con tu localización, obtenida por GPS, al 112 de la Comunidad Autónoma en la que estás y lo vuelve a mandar actualizado cada tres minutos para que puedan ver la ruta que has seguido en caso de que hayas necesitado moverte. Además, añade información sobre tu historial médico, la batería que le queda al teléfono y tus contactos de emergencia.

La aplicación es gratuita y su modelo de negocio pasa por que las estaciones de esquí y los servicios 112 paguen por poder utilizar el servicio y ganen tiempo en los rescates. Alpify ronda el millón y medio de usuarios y acaba de cerrar una ronda de financiación de un millón de euros con RACC y Caixa como principales inversores.

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