Así será el rascacielos de madera más alto del mundo

No todo son nuevos materiales o innovadoras soluciones basadas en procesos complejos. En un tiempo en el que materiales como el grafeno copan portadas e investigaciones, una empresa nipona ha planteado construir un gigantesco rascacielos cuyo principal material será la madera.

El edificio, de 350 metros de altura y cuyo proyecto se ha denominado W350, se prevé que estará finiquitado para 2041. Esta innovadora propuesta, un tanto alejada de lo que todos consideramos un ambiente futurista, ha sido ideada por el fabricante japonés de productos hechos en madera Sumitomo Forestry. La compañía estima que el coste total del proyecto supondrá alrededor de unos 4.500 millones de euros; una cifra muy superior (cerca del doble) de lo que costaría construir un edificio de los que podemos considerar como habituales. Eso sí, la compañía puntualiza que para 2041 los costes se habrán abaratado dada la implementación y el imparable avance de la tecnología.

Un modelo amparado por el gobierno

Japón ya aprobó una ley en 2010 por la cual las empresas de construcción deben usar madera para edificios públicos de menos de tres plantas, aunque ya existía una tradición histórica en el país asiático de construir casas de madera.

Este singular rascacielos estará ubicado en el centro de Tokio, y si hablamos de cuestiones técnicas, el edificio estará construido con una estructura de metal y madera, pero con una mayor importancia de la madera, que supondrá el 90% de los recursos, dando lugar a unos 70 pisos; con comercios, hoteles… Su interior también será construido en madera y el edificio dará cobijo a tiendas, apartamentos, oficinas… Todo ello repartido en unos 455.000 metros cuadrados.

Los japoneses se unen así a una tendencia que ya se inició en Canadá, donde existe ya un edificio de menores dimensiones desde el año pasado, y en Minneapolis, Estados Unidos, donde existe un edificio de oficinas de esta índole. Por otro lado, en Chicago también se está trabajando para levantar una torre de similares características que podría medir casi 250 metros de altura.

Al parecer, de cara a iniciar el ambicioso proyecto, todavía habría que dar un primer paso: pequeño pero vital de cara a la consecución de la megaconstrucción. Primero se debe construir un edificio de menos dimensiones (unos 70 metros de altura y 14 pisos) que sirva como test.

Con el objetivo de “convertir las ciudades en bosques”, los idearios del proyecto también adornarán las fachadas con plantas y cascadas que, además del aspecto puramente estético, contribuirán a que el edificio no arda con facilidad, dado su carácter inflamable. Para ello también se incorporarán maderas que pueden aguantar las llamas durante horas.

Preguntados por un tema crucial en Japón como el de los terremotos, los portavoces del proyecto aseguran que “una estructura de tubo, refuerzos diagonales para controlar la vibración, y columnas de acero serán suficientes frente a los terremotos”.

Y si hablamos de su efecto para el medio ambiente, no existe discusión alguna, y es que la madera es el único material de construcción cuyo uso ayuda a reducir el CO2 de la atmósfera, contribuyendo a mitigar el cambio climático. Veremos cómo evoluciona este genuino proyecto.

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