En una encuesta realizada hace dos años por el sitio Web “La Web del programador” cuyo artículo publicado, por un servidor, es el siguiente: https://sourcezilla.com/articulos/internet/cloud-computing-2a-parte.html se visualiza que, en aquel entonces, Amazon, Dropbox, Google Drive y Wuala encabezaban en la lista de los más usados.
La encuesta realizada del 2 de julio al 26 de agosto de 2015, Google Drive, Dropbox y Mega muestra que llevaban la delantera con 30.02%, 23.65% y 17.05% usuarios respectivamente con una población encuestada de 2,575 internautas para el almacenamiento de su información en la nube.
Analíticamente hablando, se observa que Google Drive ofrece varias opciones atractivas que, entre ellas, están: utilizar varias paqueterías en una sola cuenta con una capacidad de almacenamiento gratuito desde 15 GigaByte (GB) hasta de 100 GB; y de 1, 10, 20 hasta 30 Terabyte (TB). Estos últimos, con un previo pago por su utilización. Otra de sus ventajas es la seguridad de impedimento en el monitoreo ajeno por parte de los hackers y crackers. Ya que, ante cualquier sospecha, la cuenta se paraliza hasta que el titular de la misma proporcione claves enviadas por SMS o llamadas a dispositivos móviles o teléfonos fijos desde Google.
En segundo lugar, se encuentra Dropbox, que ofrece diversas cuentas: una gratuita, la cuenta “Pro” y otra empresarial. Es decir, una capacidad de almacenamiento de 2 GB hasta 18 GB para el plan simple; el plan “Pro” viene siendo de 1 TB y la cuenta empresarial “Business” de 5 TB. Tanto los planes “Pro” como “Business” son de pago. Todos ellos, permiten guardar información en carpetas que pueden ser compartidas entre los usuarios del mismo servicio como lo presenta Google Drive. Sin embargo, se ha visto vulnerado (por experiencias vividas por clientes) en el monitoreo de archivos, datos, imágenes, etc. sin contar, además, de protocolos de seguridad que permitan bloquear la cuenta en caso de infiltración.
En tercer lugar, se encuentra Mega con 17.05% de usuarios que lo utilizan. Cuyo almacenamiento viene siendo de 50 GB cuyo antecesor fue Megaupload. A pesar de sus diversos cierres desde el año 2005 y luego en el 2012, ambos años, por infraccionar los derechos de autor; ha sabido salir adelante.
Lo interesante y curioso de la encuesta, es que el 15.03% de la población encuestada, no utiliza ninguna de las anteriores funciones. Muy cerca de Mega. Por lo que, nos enfocaremos principalmente a este sector poblacional. Existen diversas razones por el rechazo a utilizarla pero, todo parece indicar que la principal causa es la vulnerabilidad que aún existe en la protección y seguridad de la información que se guarda en cualquier almacenamiento en la nube. Cuando se desea saber de la escolaridad de los individuos que utilizan aquello, se observa que hay una diversidad de niveles educativos. Es decir, desde nivel primario hasta doctorado e incluso hasta amas de casa que no tienen interés en utilizarlo.
Es evidente que, ante los avances tecnológicos, la confianza en dichas aplicaciones no es del todo satisfactoria. Lo anterior, habrá que seguir trabajando en la concientización de su uso así como los beneficios que ofrecen y las desventajas que tengan las mismas. Todo lo anterior, para salvaguardar la información valiosa e imperante y combatir contra los atracadores de la misma.
Otro factor del escepticismo es la caída de los servidores donde se encuentran aquellas funciones y que impiden ingresar para cualquiera de sus modalidades: creación, modificación, eliminación e intercambio de datos.
Cuando se habla de la seguridad, se refiere a utilizar protocolos. Es decir, usar el más común: la Capa de Conexión Segura (SSL, por sus siglas en inglés) que, hasta el día hoy, sigue siendo el más seguro y confiable. Aún así, no es tanto lo protegido que esté dicho protocolo sino lo vulnerable que puede ser corrompido por hackers o crackers. Ya sea, por afición, investigación o estrategia.
Como reflexión final, todos los servicios de alojamiento de archivos que existen en Internet son buenos y dinámicos que permiten almacenar información: datos, imágenes, música, archivos, mensajes, etc. con el propósito de ahorrar espacio en los dispositivos y equipos informáticos que utilizan los consumidores finales. Sin embargo, hay que saber analizar, sugerir y escoger antes de utilizar el servicio que más se acople y genere confianza al mismo internauta. Lo anterior, siempre estando en comunicación constante con su proveedor elegido. Ya sea para ayuda, asesoramiento y/o solución de problemas que surjan en el momento de su uso.