Las bicicletas chinas que vienen a ocupar nuestras ciudades

Las bicicletas chinas están a punto de llegar a cada punto de las grandes ciudades, y no todo lo que traen es bueno.

Un simple paseo por muchas ciudades chinas te hace ver que algo raro ocurre con las bicicletas, al igual que ya repasamos con los paraguas. A diferencia de los servicios de bicicletas públicas que tenemos en España o Europa, que tienen aparcamientos asignados cada ciertas distancias, donde van fijadas a 10-15-20 bornetas por estación, en China las bicis se aparcar en plena calle. Y eso, en ciudades tan habitadas, con un número tan alto de bicicletas, hace que los espacios públicos se saturen, o incluso que otros como cunetas, que deberían estar vacías, parezcan vertederos.

La explicación detrás de todo esto se encuentra en el modo de funcionamiento. En lugar de tener que aparcar en estaciones predeterminadas, las bicicletas chinas pueden desbloquearse y aparcarse desde cualquier punto de la ciudad. A eso ayuda que al no ser eléctricas, no tengan que cargarse en puntos de carga para más tarde ayudar a subir cuestas, etc. Aquí la alta tecnología se resume en un sistema GPS con el que la compañía puede ubicarlas sin que el usuario tenga que preocuparse.

Frente a sistemas como BiciMAD, Bicing, Valenbisi o Sevici, aportan una ventaja muy importante como es el hecho de poder llevar la bicicleta con nosotros a donde queramos. Es decir, si nuestra universidad o lugar de trabajo no cuenta con alguna estación o parada de transporte público cerca, como ocurre en muchas ciudades, las bicicletas chinas son un chollo.

El problema de esto es que su sistema pago no es con suscripción anual, como los servicios que hasta ahora conocíamos. En Sevilla por ejemplo, el coste anual del servicio Sevici esde unos 40€ incluyendo seguro, con desplazamientos gratuitos en los primeros 30 minutos. Antes de pasar ese plazo, vale con aparcar y volver a sacar otra de la estación. Con las bicicletas chinas, el funcionamiento es totalmente opuesto. Se paga desde el minuto cero, con una cuota de 50 céntimos cada media hora. Así, vemos como para desplazamientos diarios, aunque resulta mucho más barato para un trayecto de ida y vuelta que metro o autobús, las bicicletas chinas no son demasiado rentables, sobre todo comparando con servicios como los mencionados Sevici o Valenbisi, que no cobran esa primera franja.

Aun así, la ubicuidad de las bicicletas chinas hará que frente a cualquier otro servicio que haya que buscar, ni nos pensamos el desbloquearlas y comenzar a usarlas, aunque eso implique que los lugares más concurridos de las ciudades colapsen. Es ahí donde ayuntamientos y gobiernos regionales deben regular su uso.

Sobre el autor

RELACIONADOS