Brillante y exquisita campaña de mercadotecnia la diseñada por el club León, ejecutada a la perfección, manteniendo durante todo un día el interés y la expectativa sobre un posible fichaje, pero a las 21:45 horas de ese mismo día (miércoles 10 de enero), se dio a conocer que, en vez de una bomba para el campo, era un uniforme, por cierto elegante, sobrio y muy bien diseñado.

Qué bueno que no fue la contratación de Landon Donovan lo que mantuvo a toda la gente al pendiente de las cuentas de redes sociales del León, porque así como fue brillante la ejecución de esta idea mercadológica, sería tristísimo que un equipo de la Liga MX saque del retiro de 16 meses a un futbolista.

Cuando el llamado Capitán América jugaba su última etapa en la MLS, con el Galaxy de Los Ángeles, se acercaba a su círculo íntimo y comentaba que ya era insoportable el dolor después de cada partido, que la recuperación cada vez era más tardía y que lo mejor era retirarse del futbol. Donovan es profesional desde que cumplió 16 años; hoy tiene 35 y si sale del retiro será por necesidad económica o por el gran amor que le tiene a este deporte, pero no es el mismo de antes, eso sin duda.

Se dice demasiado en el caso del posible fichaje, que será presentado el sábado en el mediotiempo del partido contra el Toluca y que aceptó una oferta de 180 mil dólares mensuales de salario, que le encantó la ciudad de León cuando la visitó junto con su representante a mitad de semana... en fin, demasiadas palabras, demasiadas versiones y con el entendible ímpetu de muchos de querer informar primero lo que representaría un fichaje extremadamente raro.

Si Donovan hubiera llegado al futbol mexicano, lo mejor hubiera sido hace cinco o seis años atrás, cuando representaba una rivalidad contra Estados Unidos y estaba en su mejor momento como futbolista y no hoy, que sería únicamente un instrumento para llamar la atención para un equipo que parece no haber entendido que ser mediático se logra al ganar títulos, pelear los campeonatos y contratar futbolistas en su mejor momento, como en aquellos años, cuando subieron a la Primera División con Gustavo Matosas y que deleitaban con Carlos Peña, Luis Montes y poco después con Mauro Boselli.

No le hará mucha gracia a jugadores estelares como el propio Montes, Elías Hernández y el propio Boselli que llegue un jugador retirado y gane tanto dinero si es que esas cifras que se manejan son reales, porque sería una real injusticia y descompondría un vestidor, porque seguramente tampoco al técnico Gustavo Díaz le causa emoción contar con el jugador de 35 años de edad.

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