Telefonistas

¿Cómo era el trabajo de las chicas del cable?

¿Cómo era el trabajo de las chicas del cable? Te contamos cómo funcionaban las centralitas y cuál era la función de las telefonistas.

‘Las chicas del cable’ se desarrolla en el Madrid de los años 20. Un tiempo en el que cuatro chicas telefonistas viven romances, amistades y cambios sociales en su lugar de trabajo: la recién nacida compañía de teléfonos.

El trabajo de telefonista era extremadamente estricto en aquella época. Igual que en el ejército, las telefonistas debían lucir inmaculados uniformes azul marino y formar en fila para acudir a su puesto de trabajo. El sonido del gong era el anuncio del cambio de turno.

Las telefonistas, ya listas para su jornada de trabajo, acudían a la sala de las centralitas y sustituían al turno anterior de manera impecable. María Luisa González Puertas asegura que el abonado no notaba el cambio de telefonista en ningún momento.

Juego de luces y conexiones

La luz era el indicador de una llamada entrante. En ese instante, la telefonista conectaba la clavija en esa posición. A continuación, se abría una llave que permitía a la persona conversar con la telefonista para solicitar dónde y a quién quería dirigir su llamada. Una vez la telefonista disponía de esta información, tomaba otra clavija que conectaba en la posición correspondiente al centro solicitado por el abonado.

La telefonista emitía una llamada a ese centro y transmitía a otra telefonista quién era la persona que había realizado la llamada y a quién deseaba contactar. Durante ese proceso, el abonado quedaba incomunicado esperando a la respuesta de la centralita.

Una vez las telefonistas se habían comunicado, la segunda telefonista contactaba a la persona solicitada de su centro, y le pasaba con la primera telefonista que, entonces, volvía a abrir la llamada estableciendo el contacto entre los dos abonados.

Un sistema que llegó hasta casi los 90

La última centralita activa de nuestro país fue la de Polopos en Granada, hasta 1988. Esta tecnología había comenzado a utilizarse en 1881 y supuso una revolución en el mundo laboral femenino. La primera central telefónica fue inventada en 1877 por el húngaro Tivadar Puskás, que trabajaba con Thomas Alva Edison. Desaparecieron por la invención de la centralita de teléfonos automática, más rápida y eficiente.

La vida laboral de las telefonistas era de una media de 3 años, debido a la necesidad de abandonar su puesto una vez contraían matrimonio. Aunque a la llegada de las centralitas el trabajo era desempeñado por hombres, las mujeres acabaron ocupando las centralitas españolas, hasta el punto de que la palabra telefonista siempre se utiliza precedida del artículo “la”.

Si quieres saber más, Fundación Telefónica dispone de una exposición permanente: Historia de las telecomunicaciones, que puede visitarse gratis. Podrás disfrutar además de una experiencia en realidad virtual: un viaje en el tiempo a través de #ElPrimerRascacielosVR.

Imagen: Netflix

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